En Invirtiendo a largo plazo (Deusto, 2016), Francisco García Paramés explica su trayectoria como inversor. Es curioso que Paco comenzó su carrera como value investor de manera autodidacta, gracias a que leyó una reseña sobre One Up On Wall Street (Simon & Schuster, 2000), libro de Peter Lynch. Desde aquel momento, siguió los principios de Benjamin Graham. Aunque no buscaba mucho la calidad de las empresas en las que invertía, poco a poco fue convencido de buscar la calidad, esto gracias a Álvaro Guzmán que lo convenció de revisar la Fórmula Mágica del afamado inversor Joel Greenblatt.

Paco tuvo la oportunidad de trabajar en firmas de renombre como Salomon Brothers o Mckinsey; sin embargo, decidió irse con Bestinver por ser una firma pequeña y respaldada por una institución sólida como lo es Grupo Acciona. Además, era el trabajo perfecto para él, ya que no tenía que responder ante el corto plazo, lo que provocó que tuviera tiempo libre para seguir analizando compañías y aprender de value investors como Lynch, Graham y Buffett. Como escribe Paco en su obra: «confirmé que había encontrado el tipo de trabajo adecuado para los rasgos esenciales de mi personalidad: la capacidad analítica y la paciencia».

Como ejemplo, Paramés cuenta cómo salieron intactos durante la Burbuja Punto Com y la Crisis Financiera de 2008, donde en la primera realizaron una inversión en bonos solamente para calmar a sus clientes y en la segunda rechazaron y evitaron invertir en el sector financiero.

Además, cuenta la anécdota de cuando se intercambió una carta con Warren Buffett, la que le fue respondida. Lamentablemente, Paco no volvió a responderle al Oráculo de Omaha y ahí terminó su relación.

Otra parte importante del libro se dedica a la Escuela Austriaca de Economía, que como viene diciendo el editor del libro: «El libro de Paco es más un homenaje a la Escuela Austríaca de Economía que al mundo de las inversiones». El superinvestor español ha aplicado con éxito en su método de inversión los conocimientos que se ha formado sobre esta escuela de pensamiento económico, en especial la teoría del ciclo económico. En este capítulo, Paco resume los inicios de esta escuela; figuras importantes como Mises o Hayek, y una crítica frente a la escuela neoclásica. «Invertir es intentar predecir el comportamiento de consumidores, empresarios, trabajadores, políticos y todo aquel que está a nuestro alrededor. Si comprendemos cuáles son los resortes que les mueven y qué se puede esperar de ellos, habremos recorrido una gran parte del camino. La economía y la inversión están íntimamente relacionadas, y no lo están porque ambas disciplinas traten de números, que apenas los necesitan, sino porque en ambos casos lo esencial es comprender al hombre que actúa. Esa comprensión es a lo que aspiran en última instancia los buenos economistas y los buenos inversores.”

También ofrece un consejo para quienes quieren comenzar a invertir: empiecen ya. Según Paco, lo pueden hacer de dos maneras: Que alguien les dé una oportunidad en algún trabajo relacionado con análisis o gestión (una oportunidad muy escasa); o que comiencen siendo autodidactas durante el tiempo libre para aprender a invertir correctamente. «La cantidad invertida es irrelevante; lo decisivo es organizar un buen proceso que nos satisfaga a nosotros mismos, y si es posible, que funcione. ¡Cómo vamos a convencer a alguien de que nos dé una oportunidad si no creemos nosotros en ella!»

Respecto al estilo de inversión, Paramés prefiere no participar en consejos de administración y ama las empresas familiares, una de ellas: BMW. «Quién mejor que la familia propietaria para vigilar que los gestores están velando por el interés del accionista a largo plazo. Obviamente también hay que vigilar que no haya nepotismo, con familiares no cualificados involucrados excesivamente en la gestión».

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