¿Sabías que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo cuando se trata de invertir? No todo es culpa de los mercados y la economía.
Para entender cómo nuestro cerebro nos juega tretas a la hora de invertir no te puedes perder esta colección sobre sesgos conductuales y su relación con la inversión.
En 2011, James Montier, gestor de carteras del equipo de asignación de activos de GMO, nos ofreció una entrevista y nos platicó sobre su interés en el value investing y sus conocimientos extensivos en los sesgos conductuales y cómo estos afectan a los inversores a la hora de tomar decisiones de inversión.
James Montier platica sobre sesgos conductuales y su aplicación en el value investing.
El equipo de Invexcel Patrimonio comenta sobre los factores psicológicos al invertir.
Iván Martín sobre las emociones y la inversión.
El cerebro humano puede sabotear al inversor. Conoce las razones de por qué lo hace; Así como los sesgos cognitivos que más afectan al inversor.
Las cotizaciones ya están descontando un escenario negativo para cada negocio.
Nuestro cerebro tiende a buscar evidencia confirmatoria que refuerce nuestras creencias, lo que puede llevarnos a racionalizar decisiones irracionales.
Esta es la relación entre el value investing y la neuroeconomía.
El libro “El Cerebro del Inversor” explica la neuroeconomía y cómo puede ayudarnos a tomar mejores decisiones.
El análisis post mortem se hace después de haber vendido una posición, ya sea que hayas tenido una ganancia, una pérdida, o tu tesis de inversión no fue correcta.
El análisis pre mortem lo debes hacer antes de entrar en una posición, donde te imaginas que viajas al futuro, hiciste la inversión, y todo resultó terriblemente mal.
Llevar un registro de cada toma de decisión que lleves a cabo, te permite reflexionar cómo tomaste esa decisión, y así mejorar tu proceso de toma de decisiones.
La filosofía estoica proporciona herramientas mentales útiles para mejorar las decisiones de inversión al ayudar a reconocer y controlar los sesgos cognitivos.
